Presentación

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miércoles, 14 de diciembre de 2011

La Guía del Conejo Rouco para Ya-Sabes-Qué

Por: Excusatio non petitas

En el episodio 23 de la tercera temporada de "Los Simpson", llamado "El amigo de Bart se enamora", la señorita Krabappel enseña un documental de educación sexual a la clase de Bart ("Fuzzy Bunny's Guide To You-Know-What", en español traducido como "La Guía del Conejo Pepe Para Ya-Sabes-Qué"), presentado por el ínclito Troy McClure ("Quizá me recordáis por otras películas educativas como 'Pintura con plomo: deliciosa pero mortal' o 'Aquí llega el sistema métrico!'"). Pero antes de proyectarlo, pide a Ezequiel e Ismael que, por petición de sus padres, salgan de la clase y recen por las almas de todos los demás en el pasillo. Los guionistas añaden esa coda (uno de tantos detalles que convierten la serie en una obra maestra) para señalar que no solo los padres no quieren que Ezequiel e Ismael tengan ningún tipo de acercamiento a una educación sexual (¡ni siquiera si es narrada por Troy McCLure!), sino que incluso les piden elevar plegarias por sus compañeros de clase, señalando que algo impuesto por el sistema educativo choca con las pautas que ciertos padres quieren inculcar a sus hijos hasta tal extremo que hacen a los niños partícipes activos de esa protesta. Probablemente no vayan muy desencaminados y se basaran en casos reales en América.

Llamadme friki, pero ese momento de la serie me pasó por la cabeza hace año y medio en un situación netamente igual, solo que contraria. A riesgo de marcar una pauta en estas letras juntadas que perpetro sin periodicidad ni obligación alguna, me temo que voy a introducir de nuevo, esta vez de manera indirecta y no presencial, a mi hijo. Al iniciar Primaria, dentro de la lista de asignaturas escolares aparecía entre col, Conocimientos del medio, Matemáticas e Inglés, una lechuga en forma de recuadrito aparentemente inocuo denominado "Religión". Durante los tres años de Infantil se había soslayado el asunto, pero ahora emergía como badén en el camino y Excusatio y señora tuvieron que hacer ya el movimiento de comentar a los tutores que en esa hora Excusatio Jr. abandonara el aula y, aunque no fuera necesario que rezara por ningún alma inmortal (¡¡de eso se trataba!!), fuera acogido temporalmente en otras clases y aprovechara el tiempo. Así, como los padres springteinianos de Ezequiel e Ismael, una imposición del sistema educativo que contrastaba con los valores que queríamos inculcar a nuestro vástago hacía que hubiera una anomalía en la pauta semanal, provocando una diferencia explicitada con el abandono temporal de la clase. Es gracioso reírse de los padres fundamentalistas de la serie, pero en ese momento estábamos sufriendo la misma problemática: no había una lista de opciones entre las que elegir, sino que había ALTERNATIVAS a una imposición en la educación. Alternativas dictadas por una ley, de forma que Excusatio Jr. no pudiera, en esa hora, realizar avances con respecto a sus compañeros asistiendo a clases en las que se dieran materias nuevas para él. Básicamente se trataba de ir a otras clases de cursos anteriores y dedicarse a colorear dibujos de Pokemons.

Debo exponer que hay una diferencia entre la problemática de los papás de Ezequiel e Ismael y las del matrimonio Non Petitas: considero diferente que a los niños se le enseñen ciertos aspectos en materia de educación sexual por parte de Troy McClure que que se le enseñen ciertos aspectos en materia de adoración a otro ser igual de imaginario que Troy McClure. Lo primero termina concurriendo en unos adolescentes más responsables, menos acomplejados, más contentos con su sexualidad y, a la postre, con menos posibilidades de convertirse en padres (ya tendrán, en la edad adulta, muchas oportunidades para modificar esos cuatro parámetros); lo segundo conlleva en el mejor de los casos un acercamiento a las creencias religiosas de sus progenitores y en el peor un cacao mental. El problema aquí es la consideración de la asignatura de Religión como algo que hay que esquivar si no se desea para tu hijo, no algo que pueda ser elegido en caso de que si se desee para tu hijo. Es el badén que he comentado, no una vía alternativa en la carretera. Es otro clásico de nuestro país, otro "esto-es-así-de-toda-la-vida-de-Dios", nunca mejor dicho, algo a lo que hay que enfrentarse tarde o temprano y que escapa de toda consideración medianamente lógica. Como mucho, alrededor del asunto se parametrizan anomalías, adecuadamente procedimentadas en leyes de Educación, cuando con lo que estamos tratando es en realidad una anomalía en si misma. Mi acento lo pongo en el deseo de los padres de que se dé esa educación. De ese deseo tiene que surgir un movimiento para llevar esa educación al colegio, no un concepto que se dé ya por defecto incluido en el sistema y que exija a las personas que no desean dar esa educación realizar ese movimiento de finta, poniendo el intermitente y apartándose del camino del badén.

Richard Dawkins en su libro "El espejismo de Dios" considera más pernicioso para la infancia una exposición temprana a los conceptos religiosos que otros temas aparentemente más perjudiciales como los abusos sexuales en la Iglesia Católica. Su argumentación es relativa a la escala, pues son de un orden superior el número de niños acomplejados y sufrientes de los preceptos del proselitismo inherente a toda educación religiosa, sobre todo en el pasado, que el de niños violados por curas pedófilos. Por supuesto, es una clara bautade: cualquier cacao mental que sufra un niño por recibir la asignatura de Religión provocará un daño menor que el ocasionado por las manos de un cura rijoso. Pero como toda bautade no deja de tener un cierto poso de sentido y sirve para hacernos ver que lo que creemos que es algo natural e inocuo no tiene por qué ser ni una cosa ni otra. Yo no llego a esos niveles, pues no creo que sea tan pernicioso para un niño al que sus padres deseen dar una educación religiosa que reciba esa información, pero no tiene vuelta de hoja la intención de esa hora semanal de Religión. Aquí no estamos hablando de una asignatura en la que se enseñe la Historia de las Religiones. Tiene que quedar claro que considero esta última asignatura necesaria y obligatoria para entender muchas de las cosas que sucedieron, suceden y sucederán, aparte de adquirir conocimientos de cultura general. Pero esta asignatura se ha de dar mucho más tarde, articulándola con otras materias. En muchas ocasiones, la Historia de las Religiones es esencialmente la Historia. La asignatura que se le da a los niños de 7 años no tiene nada que ver con la explicación de la Contrarreforma, sino con la reiteración semanal, por si en casa no se hace con demasiada frecuencia (poned un alfiler de recordatorio en este concepto, que más abajo incido en él), de la existencia de un Ser Supremo que nos creó. Esto es así, por mucho que se le quiera dar vueltas: la asignatura de Religión consiste esencialmente en inocular la idea de la existencia de Dios. La forma en que se articula, contando historias infantiles pasajes de la Biblia no deja de tener ese fin.

"¡Pero si son solo cuentos lo que se les enseña!", opinan otros padres. ¿Cuentos? Si existiera la asignatura “Fábulas de Esopo” no tengáis la más mínima duda de que mi niño asistiría a ellas. El problema es que en esos supuestos cuentecillos inocentes uno de los personajes no deja de ser un Ser Superior al resto, pues fue él quien los (¡¡te!!) creó, a quien hay que rendir pleitesía, por lo que parece entenderse, pues tiene pinta de ser un pelín intransigente con ciertas conductas, además de caprichoso, cruel y déspota. ¿Cuentos? -La orden de Yahvé a Abraham de matar a su hijo ("¡Que no, que era una broma, hombre!")? -La conversión de la mujer de Lot en estatua de sal ("¡Por curiosa, más que curiosa!")? -El antecedente del torture porn con las putadas a Job? -El asesinato de bebés regordetes primogénitos en Egipto? ¡¡Joder con los cuentos!! Por no entrar en otro de los aspectos; las oraciones (no, no las de sujeto, verbo y predicado, no, las otras), que vuelven a inocular de nuevo la idea de alguien superior como ser a ti, pues te están diciendo que estés donde estés las oirá.

¿Por qué lo llamamos Religión cuando queremos decir Catequesis? ¿Por qué una idea tan racional como que todo este tinglado debería quedarse en el ámbito de la privacidad y no articularse como asignatura escolar no se plasma en nuestra sociedad? Aparte de la eterna cagada en los pantalones de los Gobiernos PPSOE con el tema (hace tiempo que se deberían haber dado un puñetazo sobre la mesa; y sí, os señalo a vosotros, socialistas), me temo que hay una inercia social que impide que la cosa prospere: los católicos no practicantes, lo que algunos llamamos católicos vagos. Los católicos pata negra son pocos, poquísimos. De verdad. Hablo de los verdaderamente consecuentes, y no necesariamente de los fanáticos. Lo de "las iglesias están llenas los domingos" que comentan algunos podemos decir, a riesgo de pecar de condescendientes, que es una afirmación que contiene una cierta exageración con respecto a la realidad. Vamos, que no, que no están llenas. La práctica del catolicismo en España ha ido derivando durante las últimas décadas a realizar una fiesta para tu bebé, realizar una fiesta para tu niño, realizar una fiesta cuando te casas y realizar una fiesta cuando te mueres. Y poco más. Son minoría, y cada vez más, los católicos a secas, sin coletillas autoexculpatorias, los que ejercen regularmente los trámites inherentes a seguir una religión, en concreto estos prefectos católicos. Pero no dejan estos católicos vagos de tener una fuerza social silenciosa y formar esa mayoría asfixiante: por eso hablo de esta rama concreta del inmenso baobab de la creencia en Dios que venimos a llamar Iglesia Católica y no del resto del follaje, ramillas esqueléticas en este país. Existe una cierta manera de hacer las cosas que sigue teniendo una inercia y es tan sencilla como que la Religión se estudia en la escuela; igual que enseñan a los niños a sumar y multiplicar, a decir "gato" en inglés y a conocer las partes de su cuerpo, les enseñan que existe un señor con barbas blancas y luengas en el cielo que nos creó a todos. ¡¡Hombre, no voy a llevarles a Catequesis los fines de semana en la parroquia, pudiendo estar en casa calentito, si en el colegio ya enseñan estos temas!! ¡¡Y sin necesidad de pagar por actividad extraescolar!! Y el que no quiera que a su niño le cuenten inocentes fabulillas de destrucciones de ciudades por ser pecaminosas y no alabar al verdadero Dios, pues que se vaya a dibujar a Bob Esponja mientras tanto.

Al igual que sobre la Monarquía, este tema poco a poco irá cambiando con las siguientes generaciones. Toda inercia no deja de ser el residuo de un movimiento anterior que ha perdido fuerza. Si ya ha sido un cambio la aparición de esa mayoría consistente en los católicos vagos, con la elección de ritos dependiendo de las ganas de ir o no a la Iglesia y del ágape posterior, entiendo que los hijos de estos católicos vagos, por mucha Catequesis disfrazada de asignatura seria que les hayan inculcado de pequeños, se rascarán la coronilla y dirán que de qué íbamos. Y mientras tanto, los padres que preferimos que nuestros hijos tengan una serie de valores morales cuyo eje no gire ni se sustente en la creencia en un Ser Superior, sino en la propia esencia del Ser Humano, en el Respeto, en la Decencia y en la Razón, tendremos que seguir poniendo cara de póker y aceptando a Dios como animal de compañía.

3 comentarios:

  1. Y a todo esto..que piensa Excusatio Jr. del tema?

    Genial entrada!

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  2. Lo único que le molesta a Excusatio Jr. es perderse las películas que a veces les proyectan ("El príncipe de Egipto" y cosas así). Ye hemos comentado que no pasa nada por quedarse a ver eso. Total, si no hay cultura dogmática en casa, que una zarza ardiente le dé órdenes a un menda con báculo en una película está a la misma altura que el fantasma de Mufasa formado por estrellas aconsejando a Simba. En todo caso, ha entendido muy bien que hay papás que piensan de modo diferente sobre este tema y que eso no debe ser motivo de ningún conflicto en clase y la verdad es que no le da muchas más vueltas que las necesarias en un niño de 7 años. No deja de estar continuamente expuesto, sobre todo en Navidad, a los conceptos de Jesús y de que los que se mueren van al cielo. Como todavía cree en los Reyes Magos y en Papá Noel, no hemos incidido mucho en el asunto. En todo caso, todas las aproximaciones al tema religioso empiezan siempre con "papá y mamá piensan que" y no "esto-es-así-de-toda-la-vida-de-Dios, así que te lo comes con patatas". La idea es evitar todo dogmatismo, por lo menos ahora que es pequeño.

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  3. http://www.meneame.net/story/guia-conejo-rouco-ya-sabes

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